Ya llego la primavera a Zaragoza
Se acabaron los aires invernales que tan generosamente nos regala el Moncayo, cesaron los vientos y llegó la lluvia, los días se alargan pero el sol se resiste a salir y la promesa de mejores temperaturas es suficiente.
Pero las flores que llegaron con las primeras promesas de mejor tiempo, son muy efímeras y el primer tiempo combinado con el primer calor ya las marchita.
Otros colores, quizas no tan brillantes, salen también a relucir en la primavera. La menta verde, también conocida por algunos como hierva buena, se estira con el aumento de la luz y del calor, sus vivos colores son el reflejo de su nuevo renacer. Pero en fin tal vez acabe en una infusión o en algún guiso.
Pero sea una flor pequeña o grande, discreta o exhuberante siempre es tiempo de salir y dejarse ver, de prolongarse hasta la próxima primavera o alargarse en sucesivas e infinitas primaveras.
Al final pequeñas flores familiares rellenaran cualquier rincón no ocupado.
3 comentarios
Luisa -
pasapues -
unjubilado -
Si yo te enseño mis plantas que han sufido todos los avatares de la obra y aún les queda un poco, te puedes echar a llorar.
Saludos